martes, 13 de octubre de 2009

La cena de los idiotas.

Fecha de esteno: enero de 1999
Dire: Francis Veber

Reparto: Thierry Lermitte, Jacques Villeret, Catherine Frot, Alexandra Vandernoot, Francis Huster



RESEÑA DE CACAOLAT:

Miércoles. Unos yupis tienen ese día para su perverso juego:
montar una cena y ver quien invita al más palurdo, idiota y con menos luces para reirse de ellos y sin que lo noten. Como quien ojea en el fútbol pero eligiendo al que más alejado esté del éxito tal y como ellos lo entienden. Pierre Brochant ha dado con uno con muchas posibilidades, inepto total. El elegido, Francois Pignon le da la sensación con sus historias de que es la cosa más ridícula que ha conocido.
Sólo es el inicio. La velada pre-cena en casa del yupi se convertirá en una experiencia flipante para Brochant, pero para mal a medida que sin querer le va complicando la vida el tonto al listo. Con una serie de sketchs se forma una gran comedia, de las mejores de los últimos tiempos, al menos como experiencia de hacer reir con cada una de las escenas absurdas.
Los motivos son para empezar el guión y la dirección de Francis Veber. Luego las interpretaciones de Thierry Lhermitte y Jacques Villeret. Estos elementos se funden en menos de hora y media de situaciones descacharrantes e inteligentes, una ríada de risas inevitables.
¿Y cómo queda la peli en cuestión? Junten al John Candy de Mejor solo que mal acompañado y a Steve Urkel y multipliquen por mucho. Eso es en esencia el especímen con el que debe lidiar Brochant. Con un teléfono y su arte es suficiente, para conseguir darle (sin pretenderlo) una lección al reclutador de idiotas. Hete ahí la moraleja, después de una inacabable sarta de risotadas el que peor queda es el yupi.

------------

RESEÑA DE GARCILASO27:

Con algunas películas francesas me pasa que al inicio, los primeros minutos me da un poco la soñarera. Afortunadamente si sigo en general descubro buenísimas obras, es el caso. Y sé el porqué. De los protagonistas, el yupi es un tío que no sé quien es, ni interesing. Y poco mejora a lo largo de la historia. Pero ahí está el otro, Jacques Villeret grande entre los grandes. El hace que valga la pena esforzarse en ver ésta divertida comedia. Y tras éste ladrillo, al grano. Es cierto que hay gente así, tan snob y cruel para reirse de los ingenuos. Lo guay es que sin darse cuenta uno de los tontainas le complique tanto la vida, sólo sindo él mismo. Hasta le mete en líos con hacienda, además de ponerle en situaciones peliagudas con la mujer.
A la cena nunca acudirán, y a pesar de que había buenos candidatos (el del boomerang) seguro que hubiera ganado el funcionario de las maquetas con palillos. Y es que es un 'superclase' el mejor entre los mejores. También hay que fijarse en los amigos de ambos, y lo que pasa con las llamadas teñefónicas. Chapeau guionista. Si queiren un rato de risas aseguradas, no duden en ver La cena de los idiotas.

No hay comentarios: